jueves, 20 de enero de 2011

El bricolaje me mata. O vaya m... de caldera.

 Tres días, tres dedicados a la m... de caldera ROCA. Es tan "buena", funciona tan bien, que los primeros grandes fríos que pasó se la cargaron. Se supone que tiene un dispositivo antihielo. La primera vez que hizo frío de verdad (una semana a 10 bajo cero) se congelo y reventó (los de roca digeron !pio pio, que yo no he sido! y se pasaron la garantía los mismisimos). Esto es harina pasada, pero este invierno pierde agua. Al principio un poquito y al final como un grifo abierto. Llamo al servicio técnico de ROCA, tengo contrato de mantenimiento, voy de Madrid a San Pedro, llega el técnico de ROCA, pone a parir la instalación, qué no puede abrir la caldera por culpa de la instalación, que el no toca la instalación, que lo suyo es solo la caldera. Llamo al fontanero, viene rápidamente, habla con el de ROCA, el de ROCA se va, el fontanero desmonta la instalación para que el de ROCA desmonte la tapa trasera y pueda apretar las tuercas. El de ROCA vuelve, aprieta las tuercas y se va. Llamo de nuevo al fontanero, viene, rehace la instalación y pone en marcha la caldera. La caldera petardea. Me ducho y vuelvo a Madrid. El lunes vuelvo a llamar a ROCA, por lo del petardeo. Me dan hora para ayer, miércoles, a las 17:30. Llego a San Pedro, voy a la era, los bichos me reciben como lo que soy, el que les trae la comida y ¡oh! hay un huevito, el primer huevo de gallinas nuevas. Vuelvo a casa y ¡oh! la caldera gotea. Esta vez solo por la parte delantera de la caldera. Entre técnico de ROCA, fontanero y técnico de ROCA yo a lo mio, el bricolaje (vease foto). Entre las esperas , técnico de ROCA, fontanero, técnico de ROCA, bricolaje y marcha del domingo tengo la rodilla izquierda fané y descangallada. 

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