domingo, 29 de julio de 2012

¡Me ca.. en toloquesesemenea! Estoy otra vez cojo.



Amanecí, temprano, el Sábado con dolorcito en la rodilla izquierda. Habíamos quedado con unos amigos para ir a "las piraguas" de las hoces del Duratón.
La bajada  al embarcadero es una cuesta pendiente recubierta por arena fina, mas fina que la arena de muchas playas. Al bajar el dolorcito se convirtió en dolor y al volver, del embarcadero al coche, me fue doliendo cada vez mas, me costó mucho llegar.
 Esa noche tocaba cenar en los lavaderos, antiguos lavaderos del pueblo reconvertidos en barbacoas. Miguel hizo un arroz negro. Comimos, bebimos (no mucho), tomamos una copa en el patio y al volver a casa, mas dolor de rodilla. Ayer domingo no podía andar, aunque si podía conducir. Fuimos a la farmacia de Cantalejo a comprar enantium y una rodillera, que es lo que habitualmente funciona en estos casos. A la vuelta, al pasar por la puerta del centro médico decidí, que ya que estaba allí, me viese el médico. Era médica, me vio, me tocó, me interrogó, no me hizo radiografías, entre otras cosas porque no tienen aparato para hacerlas y me dijo que no parecía tener nada serio, sobrecarga en no se donde, pero doler, duele y cojear, cojeo. 

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