jueves, 17 de noviembre de 2011

50 Megas de telefónica. O que perversa es la materia inanimada.

Los de "She is happy", telefónica, perdón MOvistar, me vendieron ayer, eso si por cero euros, la migración de mi ADSL de cable de cobre a un ADSL de F.O., 50 megas. Por ese precio dije que si, que lo migrasen. Esta mañana, a las 10, ha llegado el técnico. Duro oficio el de técnico que da la cara por las casas. Ha conseguido meter el cable de F.O. por el tubo del cable de cobre en un tiempo relativamente bajo, teniendo en cuenta la información que traía. Por supuesto , delante de cada caja con mecanismo de teléfono hay un mueble (ley de Murphy), que ha tenido que mover el solito, yo sigo sin poder hacer esfuerzos. Los empalmes de dentro de casa le han costado, sudaba tinta, forman parte de lo que yo llamo informática a gatas. He desmontado la lámpara de sobremesa (esta anclada al borde de la mesa con un tornillo de apriete, es de Ikea), no se fuese a descalabrar. Los de fuera de casa, en el rellano y posiblemente en el garaje, le han costado bastante tiempo, dentro de lo que podemos llamar normal. El hombre, entre que estaba un poco desorganizado y lo de la ORA, cada hora hay que bajar a poner dinero en el parkimetro, bajaba al coche y subía a casa, traía y llevaba cosas.


Lo de la perversidad de la materia inanimada vino cuando instaló toda la cacharrería necesaria para estos 50 megas. Los cincuenta megas no funcionaban. Una luz roja fija lucía hiriendo las pupilas. Les ha costado mas de cuatro horas, vino con un experto, averiguar que uno de aparatos venía mal de fábrica. ¡Mala leche la del aparatito!

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