lunes, 20 de febrero de 2012

Kinga y la ventana oscilobatiente.

Kinga y la ventana oscilobatiente del baño. Lo primero ¿Qué es una ventana oscilobatiente? Es una ventana que posee, en su marco lateral, un sistema que le permite un eje de giro alternativo, de forma que desde la misma manivela pueda optarse por abrir la ventana alrededor de un eje horizontal o vertical. Este tipo de ventana permite su apertura dependiendo de la dirección en la que giremos la maneta, si abrimos girando hacia abajo nos permite la apertura completa y si abrimos hacia arriba la apertura será limitada, inclinando la venta hacia el interior. Al inclinarse hacia el interior forma una uve entre la ventana y la pared. El cuarto de baño de nuestra habitación tiene una ventana oscilobatiente que da a la cuadra.
El Sábado fuimos primero al mercadillo de Turegano, un pequeño mercadillo que ponen en la plaza. Hacía mucho frío,  el mercadillo está en el lado de sombra y no encontramos nada que nos interesase. Compramos algo de fruta y nos fuimos hasta a Carbonero. Aparcamos casi en la puerta de Basilio Herrero. En el otro lado de la carretera sonaba una dulzaina, nos acercamos y vimos que estaban de matanza. La matanza la organizaba una empresa de Carbonero que está recuperando un cerdo húngaro, el cerdo mangalica, que es un pariente del cerdo ibérico. 
El mangalica es un cerdo muy graso y sobre todo muy peludo,  parece una oveja.
Regresamos a San Pedro, encerré a Kinga en la cuadra y nos fuimos a tomar el vermut. Al regresar a casa oí unos fortísimos, lastimeros y, sobre todo, dentro del baño maullidos de kinga. Después de ducharnos, como de costumbre, habíamos dejado la ventana en posición basculante y Kinga, al verla abierta intento entrar a la casa, pero se quedo enganchado en la uve. Tenía la mitad delantera del cuerpo colgando de la ventana y la mitad trasera por la parte de fuera. Estaba tan enganchado que tuvimos que sacarlo, para no hacerle daño, con mucho cuidado entre Use y yo. Use por fuera y yo por dentro. Kinga tenía frías las patitas traseras, no las podía mover. Le dejamos encima de su manta, yo me fui a dormir la siesta y Use se quedo mimando a Kinga. Estaba mimoso, asustadísimo, yo nunca había visto a un gato temblar, y se seguía moviendo muy mal. Estuvo toda la tarde muy quietecito, sin moverse de su manta y pidiendo mimos. Por la noche ya movía las patas traseras y ayer domingo ya estaba hecho un cafre.

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