sábado, 29 de octubre de 2011

Kinga visitó las catacumbas.

La casa tiene debajo una cámara de aire, por aquello de las humedades. La cámara de aire tiene al menos tres pequeños repiraderos para ventilarla. Dos de ellos están visibles en el patio, tapados por un ladrillo puesto como si fuese una celosía. Hay otro respiradero debajo de los muebles de cocina de la cuadra, al lado de la lavadora. En su momento los albañiles lo dejaron destapado y yo, cuando puse el suelo de esa zona de la cuadra, ni lo cubrí ni le puse una rejilla. Visto lo visto hice mal. Kinga descubrió ese hueco y por el que se metió.
Hoy, como no hemos podido ir a San Pedro, sigo con mi lumbalgia, mi cuñada y mis sobrinos han ido a ver como estaba el gatito y se lo han encontrado maullando detrás de la rejilla del patio. Han tenido que romper el ladrillo para sacar al gatito de la cámara de aire. Salió cubierto de telarañas y tuvieron que consolarlo. Cuando consiga volver a moverme tengo que poner una rejilla tanto en el respiradero de la cuadra como en el del patio.

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