miércoles, 16 de mayo de 2012

San Isidro incompleto.

¡Miii!, ¡Miii!. Podía haber entrado por donde salió, pero prefirió llamar. Le abrí la puerta y entro disparado a por su comida, paso de nosotros. Venía un, además de hambriento, un poco inquieto. Tardó un poco en acercarse. Cuando se calmó empezó a pedir mimos, saltaba de Use a Prado y de Prado a mi y de mi a Use.
Este fin de semana, ademas de no tener puente, tuvimos el sábado una marcha con la A.D. Fuenfría (que se convirtió en dos, una el sábado y otra el domingo) . Fuimos a San Pedro el lunes a última hora después de recoger a Prado. Cuando llegamos el gato no estaba, al fin y al cabo ya tiene la posibilidad de salir, ya no lo dejamos encerrado. Con este fantástico horario de verano que tenemos, aunque eran casi las nueve, faltaba casi una hora  para que anocheciese. Fuimos andando a la era, vimos a los bichos, regamos, recogimos los huevos y llenamos la charca del ganso. Tomamos una caña en el Caserón y volvimos a casa. Cenamos. Aprovechando que hace temperatura de Agosto sacamos las tumbonas al patio y estábamos de tertulia cuando apareció el gato.
Ayer martes, día de San Isidro, el gato empezó a llamarnos antes de amanecer, yo ya estaba despierto y le deje entrar. Se acostó a mi lado, en el sofá. Estaba realmente mimoso, estuvo todo el día muy mimoso.
Deje pasar un par de horas antes de empezar con el bricolaje. Coloqué las dos puertas que tenía pintadas, una ciega y otra con cristal. Sigo pensando que la pintura que estoy utilizando no cubre bien, quedan manchas. Supongo que con un par de manos de pintura mas desaparecerán las manchas.
Cominos en el patio, nos echamos la siesta, mimamos y fuimos mimados por Kinga y regresamos a Madrid.

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